jueves, 24 de diciembre de 2009

El café en Cuba

El café llegó a Cuba a fines de la primera mitad del siglo XVIII de la mano de Don José Gelabert, un filántropo comerciante quien plantó una postura que trajo de Santo Domingo, capital de la actual República Dominicana. Encontró tan buen suelo en nuestra tierra que en 1748 el propio hacendado fundó el primer cafetal de la historia cubana en la zona del Wajay, en las afueras de La Habana.
A partir de ese momento las plantaciones crecieron poco a poco, pero a fines de ese siglo, con la estampida de colonos franceses provenientes de Haití a causa de la revolución de 1791, se colmaron las montañas cubanas de cafetales con una sorprendente calidad en sus producciones, debido a las condiciones climáticas excepcionales que aquí encontraron. Diez años después Cuba se convertiría en el primer exportador mundial de café, título que logró mantener por casi tres décadas, hasta que en 1830, debido a los altos impuestos que exigía la metrópolis española, los importadores, principalmente los Estados Unidos, decidieron cambiar de proveedores, y girar sus ojos hacia zonas más nobles en precios, estimulando la producción en otras regiones de América. Esa fue una histórica decisión que cambió la balanza internacional a partir de la segunda mitad del siglo XIX, perpetuando hasta los días de hoy en el liderazgo a los mayores productores internacionales: Brasil y Colombia.
Cuba, sin embargo, continuó con el comercio del grano, pero obviamente con mucho menos participación en el mercado masivo, concentrando sus producciones poco a poco en un segmento de cafés de calidad con precios diferenciados.
Las principales áreas de cultivo están situadas en las zonas montañosas del país: al oeste, las cadenas montañosas Nipe - Sagua - Baracoa, y Sierra Maestra, al centro en el macizo de Guamuhaya, que se despliega en las provincias de Villa Clara, Cienfuegos y Sancti Spíritus; y al este en la Sierra del Rosario, en Pinar del Río, donde aún existen más de 60 ruinas cafetaleras. En todos los casos, los cafetales cubanos crecen bajo la sombra de árboles centenarios y sobre suelos cársicos de gran irrigación, con caracte rísticas ideales para la obtención de granos de calidad.
En la actualidad Comercial Cubacafé fabrica cinco marcas que representan lo mejor del café cubano. Las más exclusivas: Cohiba Atmosphere y Montecristo DELEGGEND
pertenecen a la categoría de los Gourmets, los de mayores precios en el mercado internacional, seguidas de las también prestigiosas marcas: Turquino Montañés, Serrano Selecto y Hola. En todos los casos se elaboran con cafés de tipo Arábica, y bajo un cuidadoso proceso que termina en una de las más aromáticas y sabrosas bebidas a nivel internacional.

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